Superarse cada día y nunca rendirse
Rubén Pascual desde su infancia ha sido un apasionado de los deportes de velocidad y un ejemplo de superación y compromiso para muchas personas.
Comenzó a correr desde pequeño, ya que por su hiperactividad el atletismo era una vía de escape para desfogarse y así gastar las energías. Durante toda su vida sus padres han sido los encargados de proporcionarle todo el material deportivo para que así su pequeño, en palabras del propio Rubén, “fuese capaz de correr cada vez más”.
Su discapacidad intelectual, la cual le limitaba en algunos aspectos de su vida diaria, nunca ha sido un obstáculo para alcanzar sus objetivos deportivos y superar sus límites día a día.
Desde los 12 años empezó a practicar atletismo y, con esfuerzo y disciplina, ha sido capaz de llegar hasta donde está en la actualidad. Comenzó en este deporte, pero viendo su pasión por la velocidad decidió adentrarse en el mundo del esquí de fondo, llegando a ser campeón internacional en estas dos disciplinas.
Su objetivo más destacado fue convertirse en campeón de España en atletismo y, emprendiendo sus entrenamientos con trabajo y esfuerzo, fue capaz de llegar a competiciones nacionales y así lograr su meta. Durante un tiempo compitió con atletas con discapacidad, pero sus victorias eran claras y su familia, con el apoyo de su entrenadora Marisa Marcotegui, quiso motivarle introduciéndolo en competiciones con personas sin discapacidad y así tener la necesidad de mejorar sus marcas y ponerse unos límites superiores.
El último logro que trajo a casa colgando del cuello este atleta burladés, fue el oro con el 4×200 español en Torun (Polonia) y el bronce por secciones. Esto ocurrió antes de un confinamiento en el que siguió entrenando y trabajando duro junto con sus familiares, para ser capaz de superar su última marca cuando volviese a competir.